Jeremías,
23 - 32
“Aquí estoy
contra los profetas –oráculo del señor- que cuentan sus sueños falsos y extravían
mi pueblo con sus engaños y extravagancias. No los mandé, no los envíe, son
inútiles para este pueblo”. Palabra del señor…
Apreciados hermanos, es una pena que
entre los seguidores de Cristo Jesús, existan personas que le declaren la
guerra a sus hermanos, digo esto, hermanos y hermanas, porque los hermanos
separados “o mejor dicho los falsos profetas” viven atemorizando a los hermanos
de mentes débiles y anunciándoles maldiciones, desastres, con el único objetivo de que hagan vida común
en su iglesia.
Hermanos, ellos olvidan que
Jesucristo en su caminar por el mundo dijo: “hay de aquel que haga tropezar uno
de mis pequeños”, “Hay de aquel hombre por quien viene el tropiezo” Mt. 18-6,7. Pero
el no se refirió a los niños, sino más bien, a los de mentes sencillas o
débiles, que no saben discernir entre lo bueno y lo malo, y que con cualquier
palabra, se andan sacando el bautismo. “estoy seguro, que Jesús desde el cielo
se dijo así mismo”, Ciegos que guía ciego caen los dos al abismo. Mt. 5-14
En
esta hermosa mañana, el señor le hace un llamado a esas mentes, que maquinan la
destrucción de seres habido de conciencia, habido de discernimiento. Hermanos la guerra no es contra de los
hijos del rey del Universo, la guerra es en contra del príncipe de este mundo,
el pleito es contra Satanás.
Oremos
Hermanos y hermanas, en el lugar donde estés,
te pido que cierres los hermosos ojos que Dios te regaló y repita conmigo esta
oración.
“Señor,
Rey del universo, no te apartes de mi un solo momento, aleja de mi los falsos
profetas, concédeme discernimiento para decidir entre lo correcto y lo
incorrecto, no permitas oh señor mi Rey, que la inseguridad visite mi templo”,
te lo ruego, te lo imploro, en el nombre de Jesús, Amen.
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